PARASITE Y LAS BARRERAS CULTURALES
La película
surcoreana “Parasite” es un verdadero suceso mundial. La trama del filme
dirigido por Bong Joon-ho se basa en una familia de bajos recursos que, a
partir de algunas tretas, encuentra la forma de inmiscuirse en el hogar de una
familia millonaria. A pesar de ser una “avivada” ingeniosa, algunas cosas se
pueden ir de control. La historia encierra la diferencia existente entre las
diversas clases sociales y la lucha permanente que hay entre ellas.
Póster oficial de Parasite. |
No hay dudas de
que este thriller con tintes de humor negro es una película brillante. Las críticas
unánimemente positivas dan cuenta de eso. Su prestigio llega al punto de haber
ganado la Palma de Oro del Festival de Cannes y recibir 6 nominaciones a los
premios Oscar donde disputará galardones con películas de leyendas del cine como Quentin Tarantino y Martin Scorsese. Entre esas nominaciones está la categoría “mejor película de
habla no inglesa”, lauro que parece ser un hecho que se llevará el filme
asiático.
En Argentina consiguió
115.403 espectadores al 8 de febrero. Un dato que cabe destacar es que aquí la
película se estrenó mucho después que en el resto del mundo, haciendo que esté “pirateada”
durante varias semanas en internet. En Estados Unidos y Canadá fue la película extranjera
más vista de 2019 (allí se estrenó en octubre) recaudando más de 23 millones de
dólares al 3 de enero de este año. Al fin de semana del 7 de febrero, lleva 163.1
millones de dólares en todo el mundo.
Fuente: Box Office Mojo. |
Es muy probable
que el importantísimo sello mercadotécnico que significa la marca Oscar haya
ayudado a su gran difusión. Además, no estamos hablando de una película de clase B con poca inversión, fue
producida por CJ Entertainment, la
empresa productora más importante de Corea del Sur.
Su gran calidad
cinematográfica hace que el reconocimiento de los especialistas no sea para
sorprenderse. Sin embargo, su gran éxito de taquilla puede dar lugar a la
sorpresa. ¿Cómo puede ser que una película hablada en un idioma que nos resulta
tan ajeno y protagonizada por gente con los ojos rasgados llene salas en los
cines de occidente?
Para los
cinéfilos no es novedad que una película surcoreana complete todos los
casilleros para ser considerada una producción maravillosa. Memorias de un asesino (2003), del mismo
director de Parasite, Oldboy (2003) y Burning (2018) son algunos ejemplos que sostienen la afirmación de
que el talento de Corea del Sur no tiene nada que envidiarle a los grandes países
productores de cine.
Los premios Oscars 2020 se entregan el 9 de febrero. |
Pero, por más
brillante que sea, es difícil lograr un gran éxito de taquilla en Occidente. Las
barreras culturales que ponen a Oriente tan lejos de nuestra idiosincrasia tal
vez llenen de prejuicios a la sociedad e impidan que se abarroten las salas. Por el contrario, nuestros cines suelen colmarse de espectadores con los grandes tanques norteamericanos que muchas veces están muy lejos de una calidad creativa de la magnitud de Parasite.
Entonces, ¿a qué
se debe semejante acogida popular? La respuesta seguramente no se circunscribe a
un solo factor ni está presente de manera explícita. Tal vez haber sido tan
elogiada por la crítica, tal vez los diversos premios recibidos, tal vez una
buena estrategia publicitaria. Pero, tal vez en este caso, las sociedades por
fin hayan premiado el buen talento sin distinguir de idiomas ni de ojos
rasgados.
Bong Joon-ho, director de la película, con la Palma de Oro obtenida en el Festival de Cannes. |
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