PARASITE Y LAS BARRERAS CULTURALES

by - febrero 09, 2020


La película surcoreana “Parasite” es un verdadero suceso mundial. La trama del filme dirigido por Bong Joon-ho se basa en una familia de bajos recursos que, a partir de algunas tretas, encuentra la forma de inmiscuirse en el hogar de una familia millonaria. A pesar de ser una “avivada” ingeniosa, algunas cosas se pueden ir de control. La historia encierra la diferencia existente entre las diversas clases sociales y la lucha permanente que hay entre ellas.
Póster oficial de Parasite.

No hay dudas de que este thriller con tintes de humor negro es una película brillante. Las críticas unánimemente positivas dan cuenta de eso. Su prestigio llega al punto de haber ganado la Palma de Oro del Festival de Cannes y recibir 6 nominaciones a los premios Oscar donde disputará galardones con películas de leyendas del cine como Quentin Tarantino y Martin Scorsese. Entre esas nominaciones está la categoría “mejor película de habla no inglesa”, lauro que parece ser un hecho que se llevará el filme asiático.

En Argentina consiguió 115.403 espectadores al 8 de febrero. Un dato que cabe destacar es que aquí la película se estrenó mucho después que en el resto del mundo, haciendo que esté “pirateada” durante varias semanas en internet. En Estados Unidos y Canadá fue la película extranjera más vista de 2019 (allí se estrenó en octubre) recaudando más de 23 millones de dólares al 3 de enero de este año. Al fin de semana del 7 de febrero, lleva 163.1 millones de dólares en todo el mundo.
Fuente: Box Office Mojo.

Es muy probable que el importantísimo sello mercadotécnico que significa la marca Oscar haya ayudado a su gran difusión. Además, no estamos hablando de una película de clase B con poca inversión, fue producida por CJ Entertainment, la empresa productora más importante de Corea del Sur.

Su gran calidad cinematográfica hace que el reconocimiento de los especialistas no sea para sorprenderse. Sin embargo, su gran éxito de taquilla puede dar lugar a la sorpresa. ¿Cómo puede ser que una película hablada en un idioma que nos resulta tan ajeno y protagonizada por gente con los ojos rasgados llene salas en los cines de occidente?

Para los cinéfilos no es novedad que una película surcoreana complete todos los casilleros para ser considerada una producción maravillosa. Memorias de un asesino (2003), del mismo director de Parasite, Oldboy (2003) y Burning (2018) son algunos ejemplos que sostienen la afirmación de que el talento de Corea del Sur no tiene nada que envidiarle a los grandes países productores de cine.
Los premios Oscars 2020 se entregan el 9 de febrero.

Pero, por más brillante que sea, es difícil lograr un gran éxito de taquilla en Occidente. Las barreras culturales que ponen a Oriente tan lejos de nuestra idiosincrasia tal vez llenen de prejuicios a la sociedad e impidan que se abarroten las salas. Por el contrario, nuestros cines suelen colmarse de espectadores con los grandes tanques norteamericanos que muchas veces están muy lejos de una calidad creativa de la magnitud de Parasite.

Entonces, ¿a qué se debe semejante acogida popular? La respuesta seguramente no se circunscribe a un solo factor ni está presente de manera explícita. Tal vez haber sido tan elogiada por la crítica, tal vez los diversos premios recibidos, tal vez una buena estrategia publicitaria. Pero, tal vez en este caso, las sociedades por fin hayan premiado el buen talento sin distinguir de idiomas ni de ojos rasgados.
Bong Joon-ho, director de la película, con la Palma de
Oro obtenida en el Festival de Cannes.

You May Also Like

0 comentarios